Alimentos procesados
En 2018, el tamaño del mercado mundial de alimentos procesados fue de 5.439 millones de dólares y se espera que alcance los 7.085 millones de dólares a finales de 2025, con un crecimiento del 3.9% durante el periodo 2019-2025.
El aumento de la demanda de este tipo de alimentos se debe en gran parte al crecimiento de la población mundial; a más personas, mayor es la necesidad de comida y si se cumplen las predicciones de las Naciones Unidas las cuales prevén que para el 2030 el planeta alcanzará los 8.600 habitantes y para el 2050, 10 mil millones, es probable que este mercado se expanda a pesar de las medidas que varios países han implementado para limitar el consumo de estos alimentos.
En Colombia, según la revista Dinero, aproximadamente el 15.2% de los colombianos entre los 5 y 64 años consumen diariamente alimentos en paquetes; un 22.1% gaseosas y bebidas azucaradas y un 36.6% golosinas o dulces.
Esto refleja el crecimiento considerable de este sector el cual, de acuerdo a Invest in Bogotá a partir del estudio de Euromonitor Internacional, alcanzará un monto de ventas cercano a lo USD$29.000 millones en 2021, teniendo en cuenta que la demanda de la industria crecerá un 9% anualmente en los próximos 5 años.
Efectos en la salud
Pero más allá de los indicadores económicos, que sin duda son bastante prometedores, es importante destacar algunos aspectos negativos de los alimentos procesados que afectan seriamente la salud de las personas.
Un estudio hecho por el Instituto de Nutrición Humana de la Universidad de Columbia, demostró que los alimentos procesados con altos niveles de azúcares, grasas y aditivos los cuales incitan el hambre y contribuyen a aumentar la velocidad con la que se ingiere un alimento.
Esto se debe a que dichos alimentos estimulan la hormona que regula el apetito, generando que las personas consuma más de lo que necesitan y manipulando al paladar por medio de las altas cantidades de azúcar, que por lo general logran adaptarse a la dieta humana.
La investigación indica que estos alimentos tienen el mismo efecto de la droga en el sistema de recompensa del cerebro, es por esta razón que, para algunas personas el consumo de estos productos deben hacerse en ciertos horarios del día.
¿Qué está haciendo la industria para mejorar esto?
A pesar de los diferentes estudios que existen sobre los efectos que tienen los alimentos procesados en el organismo, la industria ha tomado conciencia de ello y ha empezado a reformular el método de procesar la comida.
Una estrategia para hacer que los productos ultraprocesados sean menos dañinos es reducir la cantidad de compuestos químicos y nutrientes que afectan la salud por medio de una reformulación.
La reformulación de alimentos se define como el rediseño de un producto alimenticio procesado existente con el objetivo de hacerlo más saludable. El concepto de reformulación de alimentos se basó inicialmente en determinados ingredientes alimentarios, que se consideran perjudiciales para la salud humana e incluyen azúcar, sal y grasas saturadas.
Un estudio realizado por tres científicos franceses (Pascal Leroy, Vincent Réquillart, y Louis-Georges Soler) estimó que las muertes por enfermedades relacionadas con la nutrición podrían reducirse en un 5 por ciento, si se reformularan los alimentos procesados. Además, con la implementación de esta estrategia se podría aumentar la ingesta diaria de frutas y verduras en las poblaciones más marginales.
Este concepto ha venido avanzando en los últimos años, pues estudios han revelado que con esta reformulación de alimentos también se podría beneficiar la salud al incorporar nutrientes esenciales e ingredientes saludables en la dieta, o reemplazando los aditivos artificiales, como los conservantes, con productos naturales.
Etiquetado nutricional
En el ámbito político, existen varios países que han tomado medidas de etiquetado especial a estos alimentos procesados, pues los consumidores quieren saber y entender qué ingredientes tienen los productos que están comprando.
Un buen ejemplo de esto ha sido la Ley de Alimentos: Manual de Etiquetado Nutricional de Chile sancionada el pasado mes de junio y en la que obliga a los productores de estos alimentos a entregar información clara y comprensible al consumidor por medio un sellos de advertencia “Alto en” en la parte frontal del empaque, de este modo el comprador sabrá el nivel de concentración de sodio, grasas saturadas o azúcares.
Aunque el mercado de alimentos y bebidas procesados alrededor del mundo tiene proyectado un crecimiento de un 4% anual, se debe controlar el consumo de estos productos que aumentan el riesgo de contraer cáncer. Esto no significa que se deba anular por completo la ingesta de estos alimentos, pero sí saber cómo consumirlos.
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